Ahí está ella: la novia. Con un vestido espectacular (probablemente blanco), el velo perfectamente colocado y una sonrisa de oreja a oreja. Camina hacia el amor de su vida, con el ramo en la mano y las lágrimas asomando (¡demasiado tarde para contenerlas!). ¿Y ese ramo? Está lleno de flores que la pareja eligió con cariño: cada una representa su historia, su estilo y el tema que imaginaron juntos.

Detrás de ese ramo hay un florista con una visión clara. ¿Y detrás del florista? Un socio que entrega flores de calidad, responde cada pregunta (¡sí, incluso las más difíciles!) y convierte cada idea en realidad. Ahí es donde entra Anton Spaargaren.

• Rosas blancas y rojas – el clásico por excelencia
• Peonías – lujosas y románticas
• Fresias – delicadas y con un aroma suave
• Guisante de olor (Lathyrus odoratus) – tierno y refinado, ideal para ramos

• Gerbera – alegre y llena de color
• Delphinium – colores vivos, aporta altura y textura
• Dalia – flor llamativa disponible en muchos tonos
• Craspedia – esas bolitas amarillas que dan un toque divertido

• Orquídeas – dramáticas, elegantes y sofisticadas
• Anthurium – moderno y misterioso
• Gloriosa – impactante y única
• Rosas exclusivas (como las David Austin) – grandes, intensas y memorables

Una boda no admite retrasos : y nosotros tampoco.
Cree diseños florales que dejen huella.

Descubre todo lo que Anton Spaargaren puede ofrecerte hoy mismo.